"Un dia cualquiera de mi mísera vida, al levantarme , me fui al aseo y con mano temblorosa intente coger el jabon para aclarar mi vista legañosa.
Entoces en un descuido el jabon salto al otro lado del espejo, aquello me dejo perplejo y me empezo a recorrer una sensacion de agobio con pregunta incluida, debia saltar al otro lado o me debía ir a la tienda a comprar otra pastilla de jabon y abandonar a su suerte a aquella insensata? .Total tampoco nos conociamos tanto, pero para que no me llamaran cobarde, y para que el tendero no me felicitara por comprar mi segunda pastilla en dos años, decidí ir a buscarla.
Mi cabeza, que no pudo recibir el santo sacramento del bautismo por no encontrar una pila bautismal a su medida, hizo añicos el cristal y todo los trozos puntiagudos conjurados por un sagrado objetivo se clavaron con odio en mi cuero cabelludo.
Y ahi estaba la pastilla de jabon en el lugar de siempre con su traje de papel sonriente e incredula como si no me conociese.
Camino del hospital me jure que definitavamente dejaria las drogas."
7 comentarios:
Siempre se ha dicho que los espejos engañan.
Un saludo!
Una excelente idea, me encantó
Saludos
Elisa, Argentina
Saludos alcorze y Elisa grcias por acercaros.
Los espejos engañan y mucho.
Saludos
Más vale que vaya dejando las drogas rapidito.... o quite todos los espejos si tiene esa cabeza... y a la vez que deja las drogas, debería leerse el manual del jabón... 2 años!!!, que barbaridad.
Como siempre, historias geniales con fotos geniales :).
Besos.
Gracias nikkita, buena semana
besos
Gracias por esta entrada.La foto excelente,y el texto no menos.
Me alegro haber dejado las drogas antes de haber llegado a tales situaciones.Por lo que te dura una pastilla de jabón...Jo..Que a mi tampoco me gusta mucho el agua,pero lo tuyo es un poco grave no?
Un cordial saludo.
Bueno,al protagonista no le gusta no solo el agua me temo.
Saludo sagitaire
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